Mi "super" viaje
El primer día de julio de este año, nuestro equipo, Santiagotarrak, un club de piragüismo, tuvo que ir a Berducido, Galicia, para participar en una competición de 3000m de piragüismo.
El día anterior (San Marcial) nos tuvimos que ir a casa hacia las nueve porque al siguiente día teníamos que levantarnos a las cinco de la madrugada para estar en el club a las seis menos diez. Llegue a la hora, pero eso no era lo peor. Lo peor fue la duración del viaje, que duró 10 horas, ya que la velocidad máxima que cogió la furgoneta en la que viajabamos fue de 100km/h, además, llevaba el remolque de las piraguas. Para todo el viaje teníamos un solo CD de 7 canciones. Al llegar al lugar de la competición nos dimos cuenta de que en las fotos de aquel lago se veía más grande de lo que era. Lo primero que hicimos fue descargar las piraguas e ir a pesarla, porque el reglamento decía que un K-1 (piragua de una persona) tenía que pesar 12 kilogramos y un K-2 (piragua de dos personas) 18 kilogramos. A continuación, salimos un poco al agua, para acostumbrarnos al agua y al sitio. A continuación nos dirigimos a un hostal. Para cenar nos dieron macarrones, pechuga y un yogur.
A la mañana siguiente nos fuimos a competir. Para salir al agua tuvimos que pasar por una persona que identificaban si los que competían eran los correctos. Estábamos en la salida. Todos muy concentrados. Nos íbamos hacia delante, aunque nos dijesen que echásemos para atrás. Al final tuvieron que dar la salida, y ¡¡cataplaf!! Me volcaron. Yo me monté cuando los primeros ya estaban en los 750m. Al final de los ciento veinte que éramos, quedé en el puesto ochenta y cinco. Para comer nos dieron espaguetis, lomo y yogur. A la tarde teníamos competición de K-2, y esta vez no me fue tan mal, porque quedamos decimoséptimos de treinta y siete. Y para cenar tuvimos lo mismo que para comer. Esa noche quisimos quedarnos despiertos hasta lo que más pudimos, pero el entrenador no nos dejó, si no recuerdo mal hasta la una.
Al día siguiente, el 2 de julio, regresamos a Irún, tras un viaje de diez horas. Al llegar descargamos los remolques y nos fuimos a las barracas ya que era el último día y el día más barato.
En conclusión ese viaje no me gustó nada por la comida, que al final nos aburrimos de los macarrones, por la competición, que me salió mal la de K-1, y porque perdimos la mitad del día de San Marcial.
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